Conociendo a mi Host-Family


Como ya les conté la semana del 6 de junio llegué a USA y 3 días después llegue a la casa de mi Host Family. Cuando llegué al aeropuerto me fueron a buscar. Para mi decepción no se bajaron todos del auto ni tampoco me hicieron el cartelito típico americano, pero no fue el fin del mundo. Aunque mi bienvenida no era como esperaba, la familia fue muy amable muy simpática y se esforzaron por hacerme sentir como en casa. Esa tarde me dejaron descansar. Al día siguiente, que era viernes, empezaron a instruirme y mi cabeza explotaba con todas las cosas que tenía que recordar. Me emocioné demasiado cuando ese mismo domingo recibí mi primer pago (que gaste casi completo en el maldito Target).

La primera semana fue llena de instrucciones, de aprender y re-aprender (que las cosas se hacen bien diferente aquí) sobre todo al pasar de conducir mecánico a automático. Pero de alguna manera estaba demasiado contenta y sentía que todo iba a estar bien, que iba a tener un excelente año.


La segunda semana fue diferente. De un momento a otro mi Host mom fue mostrando su verdadera personalidad, y es que es bastante histérica. Como para que entiendan a que me refiero: me vio cocinando un sofrito para mezclarlo con la carne molida (estaba haciendo hamburguesas) y me dijo que esa manera no le gustaba, que iba a quedar pésimo la comida así, que la cebolla se iba a quemar toda, que había que mezclarla cruda.. etc etc empezó a contar todo un escenario imaginario donde todo salía mal. mientras yo intentaba explicarle que de esa forma quedaba muy fuerte la cebolla sobre todo para los niños. Pero ella insistía que iban a tener que botarlo a la basura, que qué tenía en la cabeza al hacerlo de esa manera, que odiaba cuando las au pairs cocinaban mal y tenían que pedir pizza. Se que ahora suena suave, pero estuvo retándome por lo menos 20 minutos, si no es que más, dándose vueltas, prácticamente gritando, aleteando, y todo por unas simples hamburguesas que ni siquiera existían aún. Yo con la mejor intención intenté razonar con ella, le decía que probara mi comida primero, que si no le gustaba mi receta a la próxima la hacíamos como ella prefiriera. Reconozco que pensándolo de nuevo no sé como hice para mantener la calma y no tirarle la carne molida por la cabeza.

En esta segunda semana me he dado cuenta que a ser una Au pair te enfrentas a tener que llegar a una casa y someterte completamente a las reglas de tus Host Parents, que al final ellos tienen el control absoluto, siempre tendrán la razón. Lamentablemente si tienen la posibilidad de explotarte muchos lo van a hacer. Incluso a los ojos de los Directores de Área, ya que muchos de ellos están solo para hacer felices a las familias, sus clientes.


Pero lo más duro sobre todo al principio es no tener a nadie que te abrace si lo estás pasando mal. Realmente me sentí atrapada en una casa donde me estaban tratando mal, en un país donde no conocía a nadie y viendo como mis esperanzas de pasar uno de los mejores años de mi vida se destruían. Porque no me digan que una no viene con todas las expectativas de lo bien que la va a pasar, todo lo que va a viajar, la gente que va a conocer y todas esas cosas.

La verdad de ser Au Pair es que todo depende de la suerte que tengas, porque por mucho que seas cuidadosa al preguntar, al llegar aquí lo buena que sea tu experiencia depende de si la familia fue honesta contigo o no, porque en las entrevistas obviamente se están vendiendo y cuando empiezas a convivir con ellos te encuentras con muchas cosas que no son como prometieron.

Así que he entrado en la agonía típica de Au pairs, que he leído en millones de blogs y visto en videos de youtube: Hago rematch? Me devuelvo a casa? Por que para sentirme miserable no es a lo que vine.


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